4/2/10

PROMOCIÓN IV: NOCHE DE GRADUACIÓN

Queridos maestros, amigos y familiares:

Muy buenas noches a todos.

Debo empezar manifestándoles que siento una alegría inmensa al hablarles en este momento, pues esta ceremonia, al igual que para Manuel, Luciana y Giovanna, constituye un hito significativo en nuestras vidas. Hoy hemos entrado por la puerta del 2160 de Jirón Huiracocha como estudiantes de teatro, pero al cabo de unos cuantos minutos, podremos decir que somos ya actrices, y en el caso de Manuel, que es actor. Esta noche es una noche de alegría y de celebración. No solo para nosotros, sino también para quienes, tanto en lo académico como en lo personal, contribuyeron en nuestra formación, y a quienes agradecemos infinitamente su apoyo a lo largo de nuestra carrera teatral.

Aprovecho, también, para decirles que asumo esta representación con el compromiso que implica: el compromiso de expresar, de la mejor manera de la que soy capaz, el sentir que nos hace una promoción.

Pues bien, ¿qué significa ser actriz o actor? Por lo general, cuando se nos pregunta esto, también se nos suele estar preguntando, implícitamente, qué es el teatro. Esta es una pregunta que, desde el inicio de nuestras clases en Aranwa, hemos escuchado y respondido; la primera vez fue con Coco en marzo de 2008 y la última hace una semana en clase con Alberto Ísola. Y, seguramente, seguiremos preguntando y respondiendo durante mucho tiempo más, recordando, como siempre que somos invitados a dilucidar una respuesta, que no hay aún una definición con la que coincidan todos. Pero también lo importante que es tener presentes elementos básicos sobre los que sí hay un consenso más o menos homogéneo y que nos sirven de guía para nuestro trabajo: en esta línea, podríamos hablar sobre lo que es la acción, el conflicto, la convención, el juego, etcétera.

Naturalmente, las reflexiones sobre estos elementos son vitales; sin embargo, me gustaría que nos apartemos de este debate más bien formal para hablar sobre lo que ha significado el teatro, desde una mirada más íntima, para nosotros cuatro durante estos dos años.

Para Manuel, hacer teatro es aprender y nunca dejar de hacerlo, arriesgar y nunca dejar de hacerlo. Es reconocer que vivimos en un planeta inmenso al que no terminaremos de conocer y tampoco de comunicar todo lo que quisiéramos comunicar. Es una experiencia de vida distinta en cada lectura, en cada ensayo, en cada función, en cada escenario y en cada uno de los espectadores. Hacer teatro es construir, viajar, conocer mucha gente y muchos lugares reales o ficticios. No es simplemente entregar nuestro cuerpo durante dos horas para que lo encarne un personaje, sino entregarlo durante toda la vida para que esté al servicio del teatro. Y en esta nueva vida, dice Manuel, es un niño de tan solo 2 años al que los grandes ya pueden ver dando sus primeros trotes, un niño fuerte y robusto, muy bien alimentado y educado por su familia: Aranwa. Por eso, asegura seguir divirtiéndose como en casa, alimentándose como lo alimentan en casa y sobre todo cuidándose como lo cuidan en casa, porque ahí, en Aranwa, le enseñaron a hacer teatro y no dejará nunca de hacerlo.

Para Luciana, el teatro es una búsqueda, un aprendizaje y un reto constante, lleno de adrenalina y emociones. Para ella, la extroversión y la soltura eran algo que sucedía solo fuera de las tablas. El teatro es una serie de cosas que descubrió que amaba: la creatividad, la producción, la actuación, y por supuesto, una maravillosa manera de comunicar. En estos dos años de formación, ha aprendido que sobre todo lo más importante es entender y defender que esto es una profesión, igual de exigente y valiosa que cualquier otra. Como dice Coco, “nosotros estamos al servicio del teatro, no el teatro al servicio de nosotros”. Hoy todo deja de ser solo un sueño, mas no deja de ser un reto. Hace poco, llenando una ficha de inscripción, se sintió tentada a llenar “Nombre: Luciana Arispe. Profesión: Médium”, pero decidió esperar hasta un día como hoy, que ya es oficial. Llegó el día de salir del cascarón. Los estudios en Aranwa terminan para demostrar que todo recién comienza.

Para Giovanna, hacer teatro es viajar a otro mundo, a una dimensión paralela (o como diría Coco, a una realidad alternativa) donde puede ser ella y, al mismo tiempo, ser todo el mundo. Se trata de un viaje donde tiene que aprender todo lo concerniente a esa nueva dimensión desde cero, como un bebé. Por eso, para Giovanna, hacer teatro es jugar a vivir, pero siempre con pasión y seriedad. Es un mundo que, como éste, implica retos que debe resolver con reflexión, creatividad y valentía, y al que le encuentra muchas similitudes con el real. Por eso, aprovecha sus vivencias en aquella realidad alternativa para aprender y mostrar aspectos de su realidad, valga la redundancia, real.

Y, para mí, pues estos dos años en Aranwa han significado la realización de una tarea pendiente desde que tengo uso de razón: hacer teatro. Cuando era niña, mi padre me llevaba cada fin de semana, casi religiosamente, ya sea a funciones de teatro o de danza o, en general, a ver distintas manifestaciones de artes escénicas. Por eso, cuando terminé el colegio, lo primero, y en realidad lo único, que quería hacer en la vida era hacer teatro. Quise postular al TUC, pero descubrí que no cumplía con el mínimo de edad; así que decidí postular a Artes Escénicas en la Católica. Sin entrar en detalles, digamos que me vi coaccionada a postular a Derecho, pero, ojo, tenía una estrategia: trabajar una campaña de comunicación familiar que me permita cambiarme de carrera, y lo logré, pero de manera parcial. “Está bien, estudia lo que quieras: audiovisuales, antropología, sociología, arquitectura, pero no teatro”, esa fue la resolución. Al final, desistí de mi estrategia, y fui realmente feliz, pues pude elegir otras carreras además de Derecho, Administración e Ingeniería. A pesar de estar conforme y contenta con la nueva carrera, me hice la promesa de que, apenas me sea posible, estudiaría teatro de manera profesional. Hoy cumplo con mi promesa.

Para terminar, me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones sobre los elementos que, considero, deberíamos asumir como responsabilidad, y que nos deberían mover a partir de esta nueva etapa. Estoy hablando de motivar e innovar.

Motivar atrae, pero al mismo tiempo desafía, y al mismo tiempo da valor. El actor, a lo largo del tiempo, ha trabajado en condiciones excepcionalmente difíciles debido a la poca o nula legitimidad de su profesión. Incluso en la actualidad persisten ciertos mitos y tabúes relacionados al teatro, aunque ciertamente con menos fuerza que siglos atrás. Pero para quienes, a pesar de todo, estamos convencidos de querer seguir haciendo teatro, tal vez uno de los más grandes peligros a los que nos enfrentamos sea la falta de incentivos. Quienes hacemos teatro, muchas veces, debemos desdoblarnos en otras actividades para poder hacer teatro. Esta, definitivamente, es una carrera que no nos deja dormir. Es una carrera absorbente. Y de esto podemos dar cuenta todos los que estamos presentes; pero también es una carrera hermosa y fascinante. Y por eso debemos procurar motivarnos unos a otros, y que esa motivación nos sirva para mantener esta avidez de conocimientos y nuevas experiencias que han cultivado nuestros maestros durante estos dos años.

Ahora bien, el segundo elemento del que quería hablarles era la innovación. Como actores y actrices debemos permanecer alertas ante los lugares comunes, ante aquellos clichés con los que nos podemos tropezar, y que nos pueden llevar hacia un teatro permanentemente agonizante. Y, en este sentido, seamos críticos y disconformes, en el buen sentido de estas palabras, naturalmente. Defendámonos del peligroso teatro agonizante, cultivando desde nuestra cotidianeidad aquella capacidad humana que es la creación. Y hagámoslo sin miedo, casi de manera rebelde, solo atemorizándonos de la rutina. No nos conformemos.

Ahora que empezamos una nueva etapa, no dejemos que nos ocurra lo que dijo John Lennon antes de morir a causa de una bala en Dakota: "La vida es lo que sucede mientras uno está haciendo otros planes". En otras palabras: hagamos teatro.

Muchas gracias.

Nadia Degregori Retamozo
Discurso pronunciado el 19 de diciembre de 2009, en representación de su Promoción.

Giovanna Araujo Acosta, Luciana Arispe Pedraza, Nadia Degregori Retamozo y Manuel Vásquez Vásquez, son los nuevos actores graduados en Aranwa Centro de Formación Teatral

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